Esta es una frase, concisa y directa, nos regala un doble filtro esencial para una vida ética y consecuente:
- “No lo hagas si no conviene.” (El filtro de la Prudencia y el Bien Común):
- Este mandato no es un permiso para el egoísmo, sino una llamada a la sabiduría práctica. El “convenir” debe entenderse no solo en términos de beneficio personal inmediato, sino de beneficio a largo plazo, impacto ético y armonía con nuestros principios y los de los demás. Conviene aquello que es justo, sostenible y que no compromete nuestra conciencia o el bienestar de nuestro entorno. Nos invita a detenernos y considerar las consecuencias de nuestras acciones antes de ejecutarlas.
- “No lo digas si no es verdad.” (El filtro de la Honestidad y la Veracidad):
- Esta parte es la base de toda confianza y respeto. La palabra es un puente; si se construye con mentiras, se derrumba, aislando a quien la pronuncia. Ser veraz es un acto de respeto hacia el receptor y de auto-respeto hacia uno mismo, pues protege nuestra reputación y nuestra paz interior. Es una invitación a ser rigurosos con lo que afirmamos y a ser humildes para reconocer lo que no sabemos o lo que es solo una opinión.
En resumen, la frase es una guía simple pero profunda para vivir con congruencia. Nos enseña a ser responsables de nuestros actos (asegurando que sean beneficiosos o, al menos, no perjudiciales) y de nuestras palabras (asegurando que sean un reflejo de la realidad). La persona que aplica este doble filtro actúa con integridad y se convierte en una fuente de confianza y estabilidad para sí misma y para su comunidad.
¿Qué piensas tú que es más difícil de aplicar en el día a día: el filtro de la acción prudente o el de la palabra verdadera?
Nota: Reflexión realizada con IA Gemini.

